En atención a las dudas acerca del uso de protector de tiroides y mamografía, es importante compartir esta información con pacientes y profesionales de la competencia.
Estamos de acuerdo en utilizar de rutina la protección glandular para estudios que requieren fluoroscopia y/o tiempos de exposición más largos a Rayos x., sobre todo en pacientes menores los cuales se encuentran en crecimiento.
La mamografía, como lo demostramos en el reciente Congreso de Oncología y el Foro de Cáncer de Mama, basados en evidencia, ha servido para detectar lesiones pequeñas y ha salvado más vidas en comparación con los efectos de su exposición. La técnica utilizada hoy: las proyecciones, tecnología, y la colocación correcta en el GRID de las mamas, la convierten en un método seguro que controla el espectro de rayos X directamente hacia la zona objetivo.
En los centros debidamente habilitados para estudios de mamografía, como el nuestro, el censo control y digitalización de imágenes controla la radiación dispersa, que generaban los equipos de antes; y, por ende, los órganos que no se están estudiando durante la mamografía, no es demostrable que reciban radiación dispersa mayor que la que recibimos del sol, y mucho menos a la relacionada con tratamientos tales como RADIOTERAPIA.
Los efectos de la radiación ionizante en tiroides tienen relación para dosis entre 10 cGy hasta 1500 cGy. La dosis en una mamografía no llega a los 5 mGy en equipos convencionales y en equipos digitales, como el nuestro, no llega a 4 mGy. Además, no es directa como lo mencionamos anteriormente, esto demuestra que la recibida por la tiroides es despreciable.
La presencia de cáncer de tiroides, según lo demostramos en el congreso en Medellín, es más frecuente en mujeres que en hombres, y no se pudo demostrar que fuera por antecedentes de estudios radiológicos; nuestro reporte se mantiene con las mismas estadísticas desde el 2009 a la fecha. La mujer, está más expuesta a alteraciones endocrinas fisiológicas que el hombre durante su vida pre-menárquica, reproductiva, y pre y post menopáusica. De hecho, un reporte reciente del grupo, mostrará en el congreso Colombiano de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva (2019), una tasa de cáncer de tiroides mayor en pacientes en edad reproductiva que aquellas en edad post-reproductiva, 12.6% vs 9.8% respectivamente y, aunque los resultados no mostraron diferencias significativas, es claro que las primeras no han recibido dosis de mamografías aún.
Elementos tales como el contenido del agua (metales), yodo, sustancias tóxicas ambientales, rayos gama, y alimenticias, aún en estudio, se encuentran en grados de recomendaciones de cuidado, muy por encima de la radiación mínima que recibe la glándula mamaria durante un estudio mamográfico o su sumatoria en tiempos según protocolos.
En conclusión, anotamos que, si bien los protectores tiroideos pueden brindar a las pacientes un poco de bienestar psicológico, también pueden afectar un posicionamiento adecuado. Además, en caso de que una parte del protector quede incluido dentro del campo de los rayos X de la mamografía, éste puede generar sombras sobre el tejido mamario, obligando a requerir la repetición del estudio.
Este hecho, que hace duplicar la dosis recibida por la paciente, ocurre en aproximadamente el 20% de los casos en los que se usa protector tiroideo. Incluso, en los equipos modernos con exposímetro automático, la presencia del protector hace que el control automático de la exposición utilice parámetros diferentes, lo que resulta en una pérdida de contraste en toda la imagen.
Esto indica que el uso de protectores tiroideos no sólo no confiere ningún beneficio en términos de prevención del cáncer de tiroides, sino que, además, puede atentar contra la calidad de la mamografía y sus beneficios para salvar vidas. A su vez, podría generar un aumento innecesario de la dosis en la glándula mamaria, al tener que repetirse el examen.
Apreciamos siempre todo aquello que se disponga para seguridad del paciente y entendemos lo importante de la divulgación de la protección, que será más para tranquilidad del paciente, pero siempre y cuando no obstaculice la visión de imágenes sospechosas benignas o malignas que después se puedan lamentar, o la obligación de repetir el estudio.
Referencias actualizadas
-
- Rev Colomb Radiol. 2009; 20(3):2697-701. Fragozo et al.
- La mamografía y el riesgo de cáncer de tiroides. 2012, Alfredo Buzzi .
- Efectos estocásticos de la radiación ionizante. Edison Salazar Hurtado, M.Sc. Física Médica. Grupo de Prevención y Detección Temprana de Cáncer. Instituto Nacional de Cancerología, Bogotá 2016.
- Factores técnicos en mamografía y requerimientos de calidad. M.Sc.Harley Alejo Martínez, Grupo de Prevención y Detección Temprana de Cáncer. Instituto Nacional de Cancerología, Bogotá 2016.
- Prevalencia de patologías del tiroides en pacientes en edad reproductiva con presencia de nódulos. Díaz-Yunez Israel y cols., Trabajo para Congreso colombiano de Endocrinología ginecológica y reproductiva. Cartagena 2019
- Resolución 482 de 2018 “Por la cual se reglamenta el uso de equipos generadores de radiación ionizante, su control de calidad, la prestación de servicios de protección radiológica y se dictan otras disposiciones”.